Lecciones que deja la derrota ante Brasil
Hay conceptos que José Pékerman insinúa en las convocatorias
pero no los desarrolla. Para eso son los entrenamientos, los pocos
entrenamientos. Convocó a mediocampistas de ida y vuelta como Celis y valoró quizás que no tenía el mejor rodaje para un partido de alto voltaje ante Brasil. Prefirió a Wilmar Barrios. A Orlando Berrío lo trajo como una opción de extremo profundo y se quedó como arma en vela.
Me llama la atención que al igual que los partidos en el fútbol
colombiano, los delanteros que jugaron ante Brasil les costó pasar la línea del
balón. Las piernas pesaron como plomo para perseguir a los defensas y laterales. Lo hicieron pero por ráfagas. El tanque para esas persecuciones estaba limitado. Los movimientos de presión a los delanteros
son espontáneos. Sin la mecánica que ofrece la repetición.
El ideario de juego de Pékerman sigue ausente. Hay un fútbol
de posición, pero escaso en movilidad. Observé en detalle que cuando Brasil se
refugió en el segundo tiempo tras el gol de Neymar, Sánchez quedó como el
hombre de la sala de máquinas. La Roca pasó a ser el armador de juego y, con
compañeros sin ofrecer para el pase, sí para jugar al pie, era imposible.
Delante tenía a 10 jugadores brasileños defendiendo.
Las lecciones. Pékerman y sus asesores en el análisis, que
anunció hará el seleccionador en la calma, seguro que entenderá que Sánchez tendrá
que ser más que una Roca.
Me detengo en Wilmar Barrios porque tiene el mérito de saber
interrumpir el juego, pero las especialidades en el fútbol de hoy se acabaron.
Miren al brasileño Casemiro que supo interrumpir y pasar. Tiene un tiempo en la
mente para levantar la cabeza y ubicar a un mejor compañero.
Los medios que rodean a la Sánchez tendrán que cumplir más
que funciones de ocupar carriles ante la pereza de los mediocampistas y
delanteros. Ante Brasil Muriel lo hizo y James lo intentó.
La cuenta pendiente de Colombia está en que sea continúo en
su filosofía de juego. Un dato: ninguno de sus delanteros quemó los guantes del arquero brasileño. Eso lo permite un plan, entrenamiento y mucha memoria de equipo. Mientras esté entre los clasificados directamente a Pékerman
y sus seleccionados solo lo juzgarán los puntos. El juego aún sigue en
desarrollo.
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